Cómo se reciclan los teléfonos móviles
Los teléfonos móviles se han convertido en un compañero indispensable para la mayoría de nosotros, ofreciendo un sinfín de prestaciones que nos permiten estar permanentemente conectados. Pero, ¿sabes qué contienen y cómo se reciclan?
Ya sean modelos tradicionales o los modernos smartphones, están compuestos básicamente por el plástico de las carcasas, circuitos impresos y placas, además de la batería que sirve como fuente de alimentación.
Cuando desechamos uno de estos aparatos, el primer paso es extraer la batería. La mayoría de baterías actuales son de ion de litio, que permiten un gran almacenamiento de energía y son muy ligeras. No obstante siguen apareciendo todavía antiguas baterías elaboradas con otros elementos, como las baterías de níquel-cadmio (NiCd), que fueron las primeras en ser comercializadas, o las de níquel-metal híbrido (NiMH), que permitían almacenar en torno a un 30% más de energía. El problema es que se trata de metales con una alta capacidad contaminante, por lo que resulta esencial que sean gestionados adecuadamente.
El proceso reciclaje de las baterías de móvil se lleva a cabo en las mismas plantas de tratamiento donde se procesan las pilas. Tras ser separadas según el tipo de batería, se someten a un proceso mecánico con varias etapas de trituración, que se lleva a cabo en un ambiente controlado para evitar el riesgo de explosiones debido a que pueden contener todavía cierta carga de energía.
Tras este primer paso, uno de los procedimientos habituales es que se destinen a una canaleta vibratoria y se sometan a un lavado con agua, a través de los cuales se logra separar los metales férricos y no férricos, el plástico, el papel y el polvo del acumulador. El polvo del acumulador se somete entonces a un proceso hidrometalúrgico para recuperar los diferentes metales que contiene. Mediante la adición de ácido y reactivos se obtienen distintos materiales, como níquel, hierro, aluminio, litio, cobalto, cadmio o titanio que pueden reutilizarse en la fabricación de nuevos productos.
El resto de componentes de los teléfonos se someten a procesos de trituración mediante las que se van obteniendo fracciones de distintos materiales, como pueden ser el plástico y el papel, o metales como el aluminio, el cobre, el estaño o el zinc. Además de estos, también podemos encontrar pequeñas cantidades de metales preciosos como el oro, el paladio o el coltan, si bien su presencia es residual.
Para lograrlo, la separación de los componentes se realiza mediante diversos métodos. Uno de los más usuales es a través de la aplicación de chorros de aire, un método que permite que los distintos metales se separen en función de su peso. También es habitual utilizar el magnetismo, mediante la aplicación de imanes, lo que consigue que los más magnéticos se separen del resto.